Hay palabras, que se instalan en nuestra vida como un huésped inesperado e inevitable, al que no hemos invitado y que, para mayor agobio, no tiene mucha intención de marcharse.
Crisis, pandemia, confinamiento, etc, han llegado para quedarse.
Como un gran “efecto dominó”, los acontecimientos inherentes van minando cada día, una montaña de ilusiones y proyectos de una vida, al mismo tiempo, tan irreal como absurda a la cual nos aferramos. Han confinado nuestra voluntad y nuestros sueños…
Nos han confinado con la voluntad perdida y unos sentimientos que, durante meses, no nos dejaron expresar.
Sin embargo, no han podido confinar nuestras emociones. Estas, han sido el hilo de unión invisible, el cual no permitieron que la soledad, no añadiera una carga más a las ya existentes.
Las emociones son imprevisibles, cortas e intensas, al mismo tiempo. No tiene sentido liberar o desconfinar aquello que va con nosotros formando parte de nuestra única y libre razón de ser.
Las emociones, cuando afloran y perduran, se convierten en sentimientos, van juntos y a veces… se dan la mano.
Si sentimos las emociones liberadas, dejaremos siempre una puerta abierta a la esperanza. La emoción de nuestra propia capacidad para sobreponernos y luchar contra las adversidades que se nos presenten.
Autor del texto: Roberto F. Rozada Fernández (seudónimo TR).
Autor de la pintura: Bernardino Rozada Fernández.
http://www.instagram.com/bernardino_rf_genera/
http://www.facebook.com/bernardinorozada/
https://www.facebook.com/robertoflorentino.rozada.3
Poco que añadir… Texto y pintura fantásticos
Mis amigos son grandes, muy grandes los mas grandes estoy impresionado