Soy un erizo,
tengo espinas en todos lados,
en la lengua,
en el cuerpo,
en los ojos.
Bajo la mirada
cuando me miran,
porque desde pequeño
el miedo se apoderó de mí.
Juego con cocuyos
que atraigo por las noches,
no hay luz en este sótano,
vivo en penumbra.
Enciendo el cigarrillo
y agito la mano contra el viento,
busco un brillo
y encuentro tus ojos
que me miran.
Yo no era así,
así me hicieron
y lo hermoso del corazón
se volvió piedra.
No busco culpables
por mi adicción,
todos lo somos.
Pero…
Si quieres amor,
tendrás que espinarte
y quizá tu piel sangrante
cure mi alma.
AUTORES:
Texto original de José Gabriel Gómez Corrales.
Pintura: Celia Castelán.
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