Un bello rostro para algunos, un rostro horrible para otros, quién puede decidir qué es bello y qué no, quién se convierte en juez y verdugo. En este mundo superficial sólo la belleza está de moda, las personas con rostros que sin ser feos no llegan a los cánones de belleza actuales, prácticamente se convierten en seres repudiados por la sociedad, una sociedad vacía, sin sentimientos, cruel, sólo complaciente con los que destacan por su bello rostro, una sociedad que sin darse cuenta se encuentra a la deriva, en peligro de extinción, que ha dejado de lado su humanidad adentrándose en un agujero negro del cual no llegue nunca a salir.
AUTOR
L@na (seudónimo)
Sin redes sociales.
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