Hay palabras, que se instalan en nuestra vida como un huésped inesperado e inevitable, al que no hemos invitado y que, para mayor agobio, no tiene mucha intención de marcharse. Crisis, pandemia, confinamiento, etc, han llegado para quedarse. Como un gran “efecto
Calladas(que como eco retumban en mis entrañas). Dicen… Ha comenzado el desconfinamiento”. PERO YO SIGO SINTIÉNDOME ATADA. QUIZÁ LA CALMA DENSA QUE NOS EMBARGABA… PARA MI ERA COMO BÁLSAMO QUE GUARDABA LOS ÚLTIMOS RESQUICIOS DE UNA MARCHITA ESPERANZA. Para los libres… Se han